¿Cómo es posible? ¿Qué en tu poesía delirante ya hayamos hecho el amor? ¿Cuándo fue? no me entere, acaso fue anoche entre sueños, pero creo que no, sino me hubiesen nacido alas y gustosa habría alzado el vuelo, muy alto, hasta alcanzar el horizonte de tus ojos. Por un momento, nadando entre el mar de tus deseos, he sentido un latigazo de celos. Sí, es como si en vez de ser esto, una historia de dos, fuese una aventura entre tres. Se abrió una ventana ante mi mirada, y te vi sobre un lecho, retirando las sábanas, dos cuerpos entre ellas. Celos, y más celos, acababas de hacer el amor con ella, y el recuerdo físico de esa mujer unido al deseo de mi cuerpo aún desconocido, te inspiraban...sí, a hurtadillas, descalzo, te deslizaste como un ladrón en busca de tu teclado. Y con el corazón latiendo acelerado y embebido en mí, pero con el olor de la otra aún en tu piel, comenzaste a escribirme....
Sé que es locura, pero eso pensé, porque yo te confieso que desde marzo de este año mi corazón nació a una nueva vida, desarraigado y huérfano, pero libre al fin de nuevo. No quiero preguntarte. No quiero saberlo, pero muy bien podría tu corazón estar enjaulado, preso de algún querer, o acaso ella, imaginaria, tan solo sea la dueña de tu piel, de tu abrazo, de tu cuerpo. Conflicto, lucha. Yo me quedo con tu pensamiento, con tu imaginación, con tu deseo por saciar. Poco a poco me iré adueñando de tu voluntad, de tus ilusiones, tu alma ha de ser solo mía.
¡Disfruta de estas fechas! Tan solo lo justo, guárdate tu pasión cuidadosamente para entregármela como precioso regalo, el año que comenzaremos juntos, aunque en la distancia. Tuya soy desde este rincón del mundo olvidado. Besos desde el Cabo de Gata.