sábado, 18 de diciembre de 2010

PALABRAS

  
     Me conmueven tus palabras, dices que andas escaso de sueño pensando en leerme o en escribirme ¡me encanta degustar tus pensamientos y que me tengas tan presente! A propósito de tu trabajo, lo veo muy duro para una persona de tu sensibilidad, supongo que te gusta ayudar a las personas. Hace tiempo leí una novela: Las afueras de Dios de Antonio Gala, que habla de los cambios a nivel físico y espirituales que se producen en el alma de una monja que ha trabajado durante veinticinco años entregando sus cuidados y su amor a los ancianos de un asilo situado en Córdoba. Ella entiende que hay que servir a Dios a través de atender las necesidades más profundas de los hombres. También piensa que gracias a los avances de la ciencia se ha conseguido alargar generosamente la longevidad. Pero a los últimos años de la existencia les falta vida, alegría e ilusión. Y son los cuidadores quienes tienen esa responsabilidad de dignificar al anciano que se vuelve un estorbo para muchos, pero continúa teniendo su corazón y sensibilidad, solo que ahora es un niño grande y sufre por ello. Intuye la protagonista que el universo que nos cobija no fue creado de una sola vez, sino que sobre los hombres recae la responsabilidad de continuar con su diseño y transformación. Una de las cosas, que más huella dejó en mí, el leer el libro, es por desgracia poco profunda, pero me llamo poderosamente la atención como describía la acritud del olor de la piel y los cuerpos de los ancianos...No sé, ahora me viene a la mente esa novela, al imaginarte trabajando con gente mayor en un psiquiátrico. Espero que te agrade tu trabajo, creo que debes de tener vocación. Conocí a alguien que decía que le encantaban los abuelos porque solían contar muchas historias. Sin duda se puede aprender muchas cosas escuchándolos, al menos a algunos, pues habla la voz de la experiencia en primera persona.
     En cuanto a otras cosas que me preocupan de este nuevo reto que hemos emprendido, creo que la sinceridad es una gran baza, no sé si tus datos personales son correctos, pero yo no me llamo Muñoz, pondré mis datos al día. No son más que los miedos de quien vive en la oscuridad, que le cuesta salir a la luz. Para mí todo este mundo de la red, es un mundo nuevo y siempre se teme a lo que se desconoce. Me gusta tu generosidad porque he visto tus fotos  y puedo dibujar en mi recuerdo tu realidad física, pero mi imagen no es mi foto, aunque si es un icono que refleja la hipersensibilidad y fragilidad de mi espíritu, ya que en muchas ocasiones me siento muy niña...en cuanto al Coeur de Pirate, también me identifico bastante, pues tengo un corazón difícil de sosegar y de contentar, que siempre anda a la caza de una nueva experiencia que lo ilusione, pues la monotonía de lo real no la soporta, lo destruye. Próximamente prometo desnudar mi rostro, para que lo acaricie tu mirada, así como ya te recorrí palmo a palmo, en esa imagen del río en la que pareces un dios indio en busca de su destino. Que mi abrazo te abrigue esas horas de frío invierno.

1 comentario:

  1. Y en mis sueños encontraba tu cuerpo tendido al lado del mío... anclaban las cuerdas de una guitarra en el puente inferior destiñiendo metal oxidado justo encima de la primera capa de madera que cubría el tramo de la caja acústica. Seguían tenaces los cables armónicos colocados en estricto paralelismo y avanzando hacia trastes superiores...
    Claridad de las arañas,
    pezones afilados!
    lengua, muerte, nada...
    Sangre, espejo: ojos de sangre (...)
    La luz de la luna se esculpía en tus ojos y yo te miraba fijamente para morir a tus pies... de mi sangre y de mi cuerpo saldrían fugaces caballeros negros! con espadas ocsuras y grandes capas... Y es que por la cruzada de tu amor ya no existirían víctimas ni vencidos.

    (No me hagas mucho caso, ando con fiebre y el delirio hace estragos en mis dedos... Te mando un abrazo esperándo poderte escribir en condiciones; hasta entonces te dejo un trozo de mi locura.)
    (Quiero descubrirte... bien lo sabes)

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